miércoles, 24 de marzo de 2010

Capítulo 3, Secuencia 5. Vero y Lucía y sus peculiares frases ¿Me ayudas a vestirme mami? Preparativos Operación "Espiando a Zipi-Zape"


Dos días antes del cumple de Kiara...





Son las siete y media de la mañana. Empieza un nuevo día y me temo que va a ser bastante ajetreado. Suena el despertador a la misma hora que el resto de los días, lo apago y me incorporo sentándome en la cama. A mi lado, duerme como un bendito Gonzalo, lo zarandeo despacio, y al ver que no despierta, decido meterme en la ducha la primera. ¡Se ha ganado ese merecido descanso! Primero, por su ternura y pasión conmigo y luego, por ejercer de padrazo con Cristy. Parece que su constipado debido a la trastada de la nevera industrial está remitiendo. Tras la ducha, me visto y me acerco a la habitación de las niñas, que todavía siguen durmiendo en sus cunitas. Me acerco al armario y preparo la ropita que van a ponerse hoy para ir a la guardería. Lo dejo todo listo y preparado, y vuelvo a la habitación. Abro mi armario y cojo la percha donde está colgada mi bata Vero, y con ella en la mano, procedo a bajar las escaleras en dirección a la cocina.
- ¡Yepaaaaaaaaaaaaa, esos meneos a estas horas de la mañana! - exclama Vero quejosa -. ¡Buenos días al menos! ¿no?
- ¡Buenos días, Vero! - respondí sonriente -. Ahora te bajo al armario de la cocina y te quedas tranquilita el resto del día. Bueno, si te deja Lucía descansar. Ja, ja, ja, ja. A ver de qué humor cojea hoy...
- Pasada de revoluciones cursileras como siempre - afirmó la bata en tono sarcástico -. Revoluciones cursileras con complejo Barbarista, en concreto.
- Ja, ja, ja - Reí a carcajadas -. ¡Cómo eres Vero!
- ¿Qué como soy? - contestó la bata -, yo soy encanto, ¿lo dudabas? Con sentido del humor negro y sarcástico, pero un encanto al fin y al cabo.
- ¡Pffffffff, ja, ja, ja! Pues, ¿ sabes que Bárbara se ha presentado en el hotel para uno de los puestos de Auxiliar de Protocolo? - pregunté a Vero -. Menos mal que Blanca la va a encauzar por buen camino, pero mucho me temo que la va a liar parda dentro de poco.
- ¿Esa loca está de nuevo rondando por nuestros lares? - preguntó Vero -, pues lo que nos faltaba entre ella, que por si sola ya no tiene desperdicio, y nuestra fregona Lucía con complejo Barbarella, ¡yo no se si voy a poder aguantar tanta tontería pija junta! Por cierto, la próxima vez que tengais reunión de tigres en celo, a mi me dejas en el armario de la cocina, durmiendo la mar de tranquila. ¡qué no he pegado ojo hasta que Gonzalo se fue a darle el biberón a la niña! ¡Anda que... vaya par de tigretones estáis hechos!
- Ja, ja, ja, ¡ serás exagerada, ya será menos! - exclamé entre carcajadas -. La verdad, es que lo pasamos bien, para que voy a mentirte.
- No, si ya... - corroboró la bata con cara de no haber roto nunca un plato -.
Llegamos a la cocina. Abrí el armario y cuando iba a proceder a colgar la percha donde estaba la bata Vero, Lucía saludó en plan quejoso.

- ¡Tuuuuuuuuu, ¿qué horas son éstas de despertarme? - preguntó con voz de enfado, mientras se atusaba sus tiras amarillas del recambio.





- ¿Perdona? - añadí yo -. La misma hora de todos los días. ¡Lucía, haz el favor!
- Es que estos madrugones no le sientan nada bien a mis tiras del recambio - explicó quejosamente -. Luego, me salen bolitas del estress matinal.
- ¿Y qué tal si las presentamos a las dos o será demasiado pijerío apavao junto? - sugirió la bata -. Ver a Barbarella con una fregona en la mano, tiene su aquél. Y si encima la fregona se llama Lucía, y tiene también complejo Barbarista, eso nos da un temible resultado de Barbarella al cuadrado.
- ¡Oye, tu bata venida a menos! - protestó la fregona -. ¡Qué tienes menos glamour que una cajón de zapatos lleno de polillas! ¡Ya quisieras tú tener la finura de mis tiras amarillas, y ese perfume a Nenuco del limpiahogar!
En ese preciso momento, en el cuál yo me desternillaba de risa oyendo la bestial conversación que estaban llevando a cabo la bata y la fregona, apareció Paula atravesando el dintel de la puerta de la cocina.
- ¡Viejaaaaaaaaaa!, ¿se puede saber a qué vienen esas carcajadas que a este paso me vas a reventar los tímpanos? - me pregunta Paula con cara entre somnolienta y alucinada -. ¡Se te escucha desde el piso de arriba!
- ¡Qué no me llames vieja, Paula, que te llevas una somanta collejas! ¿eiinnns? -. le contesté.
- Pero, ¿qué haces mirando ahí apavá hacía el armario de los productos de limpieza y partiéndote la caja, chavalllll! - volvió a preguntar.
- ¿Apavá?, tu si que estás apavá - respondí -. Te voy a contar un secreto: ves a la bata azul que está colgada en la percha y a la fregona que está en el compartimento de al lado? Pues, hablan, éstas dos hablan.
- ¡Tu estás mal, chavallll! A ti se te yendo la olla por momentos - exclama Paula -. ¿Me estás diciendo que el palo ese con tiras amarillas y la bata azul del año en que Noé montó a tos los animales juntos en su pedazo nave parlotean?
- Sí, y además tienen nombre - afirmé rotundamente -. La bata se llama Vero y la fregona Lucía.
- Pero, ¿tu te estás oyendo la rayá que estás soltando por tu boca? - preguntó Paula mientras me miraba con cara de alucinada -. ¿qué te dedicas ahora a bautizar batas y fregonas? Pues si que has cambiado de profesión, de Presidenta de Hotel de Grandes Lujos a sacerdotisa bautizadora de batitas y fregonas. Como baje Gonzalo, va a flipar contigo... Bueno, yo me piro al sobre que tengo los oidos flipaos de escucharte barbaridades.
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Salí de la cocina detrás de Paula, y tras estamparle una soberana colleja por lo que había dicho, subí las escaleras en dirección a la habitación de las niñas. Eran las ocho menos cuarto y había que arreglar a las pequeñas, darles el desayuno y llevarlas a la guardería. Cuando llegué observé que Gonzalo se había despertado ya, y estaba vistiendo en ese momento, a la pequeña Cristy. Kiara se encontraba intentando quitarse el pijama solita sin mucho éxito. Cuando me vió se lanzó a mis brazos.
- ¡Mamiiiiiiii, no pero!, ¿me ayudas? - exclamó Kiara moviendo los bracitos hacia arriba enredados con la camiseta del pijama.
- ¡Ven aquí, anda! - le contesté mientras conseguía sacar la camiseta y la dejaba en el baúl de la ropa sucia. Después el pantalón que siguió el mismo proceso -. ¡Mira que vestidito más chuli te va a poner mami para ir al cole? Por cierto, ¿De quién va a ser el cumple el domingo, eh?
- Sí es chuli, mami. De Kiaraaaaa - gritó sonriente mientras levantaba su bracito. Papi, ¿verdad que va a ser el mío?
- Por supuesto que si, Princesa - afirmó Gonzalo mirando a su niña grande con expresión de baba caída -. Y vas a tener una fiesta super, porque mi niña se merece que su papi le prepare la mejor de todas las fiestas. Bueno, y tu mami también, ehhh? - añadió mientras me miraba guiñándome un ojo y una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Y sabes quién va a venir a tu fiesta Kiara? - le pregunté con carita picara como de adivina adivinanza -. A ver, ¿quién puede ser?
- ¿Tito Al y Tita Bea con Carly? - preguntó Kiara con carita de saber si había adivinado la respuesta -. ¿Si, mamiiii?
- ¡Caly! - exclamó de pronto Cristy -. ¡Pimita Caly!
- Pues sí, va a venir el tito Al y la tita Bea con Carly - respondí afirmativamente -. Pero también van a venir la tita Caye y el tito Nacho, el tito Diego y la tita Adriana, Chusa con jota y Beckham, Elena con Guti y sus niños, Benito con su novia, cosa que no se como le va a sentar a Paula que su rubiales venga con otra, pero en fin. Aunque igual nos da una sorpresa, últimamente, desde la fiesta universitaria viene con un brillito en los ojos, que para mi que ha conocido a alguién especial.
- ¡Ya lo veremos, pero que cotilla te has vuelto, ja, ja, ja! - exclamó Gonzalo, quién poco después de tan desafortunado comentario recibió como respuesta un almohadonazo que le lancé mientras le miraba con ojillos pícaros y divertidos.
- ¡A mi no me llames cotilla, ehhh!.- dije apuntándole con mi dedito amenazador en plan vacileo, y acercándome a él peligrosamente, con objeto de hacerle cosquillas. Guiñé un ojo a las niñas en plan divertido haciéndolas complices de la trastada, y las tres nos lanzamos hacia Gonzalo a hacerle cosquillas, acabando los cuatro riendo a carcajadas.- ¡A por papiiiii, niñas! ja, ja, ja, ja.
De nuevo se oyó un coro de risas inundando las paredes de aquella habitación. Al momento una Paula adormilada se asomaba por la puerta y con su particular forma de hablar nos decía:
- ¡De verdad, que estáis pa que os encierren en un loquero, chaval! .- exclamó moviendo la cabeza como negando lo que veía ¿Se va a poder dormir en esta casa? ¡psss, Sandokan que se te ve el plumero!
Esta vez la almohada voló de manos de Gonza hacia Paula para que callara la boca, y yo no hacía más que reírme a carcajadas con las niñas, ante esa situación tan divertida. Acabamos de arreglar a las niñas, vestirlas, peinarlas y bajamos a la cocina a desayunar. Gonzalo colocó a la pequeña Cristy y a Kiara en sus respectivas tronas, y después me ayudó a preparar el desayuno de los cuatro, ya que Paula se volvió a su habitación a volver a conciliar el sueño. Mientras yo le ponía a Kiara su leche con cereales y su zumo de naranja recién exprimido, Gonzalo preparaba el bibi de Cristy, la cual le miraba con carita de hambre desde su trona:
- ¿Papi, bibi paito criti, si? .- preguntó en su lengua de trapillo, mientras sus ojazos verdes se abrían como platos. Se me caía la baba con mis dos niñas, ¡me tenían el corazón ganado!
- Aquí tiene su bibi, pequeña princesa Cristy templaito como a usted le gusta.- contestó Gonzalo al tiempo que le hacía una carantoña a la niña que la hizo reír a carcajadas. Hecho que provocó que con su manita golpeará el plato de cereales de Kiara y éste saliera volando en dirección al féliz papa, cubriéndolo enteramente de copos de maíz tostados, a lo largo de su traje.
Levantó la mirada hacia mi, con un aspecto tan cómico que no podía parar de reír al verlo. Decidió que tenía que cambiarse de traje, pues no era plan de ir así a trabajar. Subió a la habitación y a los pocos minutos, bajaba de nuevo con otro de sus trajes chaqueta puestos. Mientras las niñas acabaron de desayunar y jugaban en sus tronas con sus juguetes. Me esperé a que Gonzalo bajara y desayunamos los dos, tostadas de tomate, aceite de oliva y sal, zumo de naranja recién exprimido y café con leche. Recogimos entre los dos la cocina, y pusimos los abrigos a las niñas, pues era invierno y hacía bastante frío. En las noticias avisaban de posibilidad de nieve en las cercanías. Las pusimos en el carro para dos bebés, y nos fuimos hacia el hotel, dispuestos a comenzar una jornada nueva.
Cuando llegamos al hotel, nos dirigimos a la guardería donde dejamos a las niñas, y luego, nos despedimos con un tierno beso los dos, antes de marchar hacia nuestros respectivos despachos. Al entrar saludé a Isa y a Lau, que en este momento estaban reunidas tomando café con Mamen y Ana W. Les indiqué que en cuanto terminaran, tenían que avisar a Majemar, Nati, Coci, Aurora, Blanca y que luego ellas explicarían a sus subordinadas, para que asistieran a la reunión que teníamos pendiente. Era importante que asistiera una de los ejecutivas que formaban parte del dpto de Marketing. Máxime en cinco minutos daría comienzo dicha reunión. Solicité que asistiesen todas ellas con su walkie respectivo. El tema era importante... En cinco días, se iba a desarrollar un desfile de trajes de baño de la casa Belcor y habían elegido nuestro hotel para el desarrollo de tal evento. Todo tenía que quedar organizado y no podíamos jugarnos el tipo por un error tonto.

------------------------------------------------------------------------------------------------- Nota al margen (dedicatoria): Esta secuencia y todo lo que se incluye dentro de la misma, va dedicada a todas las que en su día formaron parte de la Operación Beatrix Revolution: "juntemos a los tortolitos", con la cuál pasamos ratos estupendos jugando a los SpyAls (espiando a Alvarito), dentro de la Comunidad de Bea, en especial a la Comandante Dunai, que con su gran imaginación supo integrarnos en esta gran locura ¡Va por vosotras, SpyAls!
En mi despacho, a dos días del cumple de Kiara...



Entré a mi despacho, y consulté mi agenda del día, vía outlook, a través de la cual, Isa, mi secretaria de Presidencia, se encargaba de confeccionar el listado de tareas y eventos a realizar diariamente, y a notificarme las reuniones que debía mantener. Al momento, llegó Bea, con una taza de café entre las manos, lista para acometer cualquier imprevisto del día. Llamé por teléfono a Nati, y le pedí que trajera un desayuno brunch tipo buffet para las personas que iban a asistir a la reunión, en la sala destinada a tal efecto. En díez minutos iba a dar comienzo. Después, solicité a Isa y a Lau que fueran preparando todo el material de oficina que se pudiera necesitar: bolígrafos, folios, carpetas, documentación, las fotocopias con los códigos que debían aprenderse, etc. Iba a ser un desayuno de trabajo.

Díez minutos después, empezaban a llegar las personas que iban a formar parte de la misma. Primeramente, entraron Nati y Cocinitas, que arribaron con dos camareras y dispusieron la vajilla en la mesa de reuniones, y en la mesita auxiliar, los termos de café normal y descafeínado, así como de agua caliente para las infusiones, los delicatessen, frutas variadas y todo lo necesario, para que disfrutaramos de ello mientras acontecía la reunión. Al ser tipo buffet, cada uno se serviría lo que considerase oportuno de la mesita auxiliar.

La siguiente en llegar fue Blanca, y junto a Isa y Lau, se pusieron a preparar los dossiers que contenían toda la documentación necesaria para la organización del evento. Incluía diversos cronogramas, planos del hotel, croquis de movimientos con detalles explicativos, de qué, cómo, cuándo, dónde, y sobretodo quién debía ocuparse de una misión en concreto. Por otro lado, también venía cargada con una caja abierta en su parte superior que contenía walkies - talkies y buscas, que íbamos a necesitar con objeto de estar operativas y en comunicación. Después, Lau volvió a su despacho con objeto de ir recibiendo al resto de asistentes a la reunión. Isa y Blanca mientras repartieron sobre la mesa un dossier por asiento, además del resto de material de oficina repartido anteriormente.

El paso siguiente era colocar las precedencias de la mesa y los cartelitos delante de cada uno de los asistentes con su cargo correspondiente. No sólo iban a asistir las jefas de cada departamento sino que necesitaba que todas las que integraban el grupo asistieran, a falta de una en cada uno de ellos, que se haría cargo en ese momento de que no faltara nada en el servicio correspondiente. Era importante que cada persona supiera actuar en cualquier imprevisto que nos pudiera surgir, que se aprendieran las contraseñas y códigos para que la comunicación fuese ágil y se acudiese con la mayor rápidez posible en caso necesario. Pero claro, también iba a ser una reunión muy divertida, el hecho de que se tuvieran que aprender los códigos y contraseñas al estilo militar o de espionaje, más lo segundo que lo primero, hacía presagiar un momento a recordar por mucho tiempo. Le pedí a Blanca que me mostrara el listado de asistentes, así como el plano donde quedaba reflejado el peinado protocolario de la mesa (orden de precedencias establecido).

Me entregó en mano la lista de asistentes, y vi que 27 personas ocuparían asiento en la mesa imperial que teníamos en la sala de reuniones:

  • Sandra, Presidencia del Hotel.
  • Bea, Directora del Hotel.
  • Isa, Secretaria de Presidencia.
  • Lau, Secretaria de Dirección.
  • Mamen_m, Contable.
  • Ana, Secretaria Ejecutiva del Dpto Marketing, Publicidad y Relaciones Públicas.
  • Majemar, Gobernanta
  • Blanca, Jefa de Protocolo.
  • Aurora, Jefa del Departamento Masajes, Aromaterapia, Baños de barro y aguas termales
  • Marta Bello, Jefa de Monitoras de natación y socorristas.
  • Nati, Maître
  • Coci, Chêf de Cuisinne (Jefa de cocinas)
  • Denia, Sumiller
  • Rilla, Jefa del equipo médico, y traumatólogo.
  • Luisi, Brigitte, Penélope y Mony, camareras de piso
  • Miss, Pattry, Akisa y Dunai, Masajistas.
  • Sofía, monitora de natación.
  • Cristina Huete, Socorrista.
  • Erica, Auxiliar de protocolo
  • Ibel, fisioterapeuta
  • Sisona, enfermera.

La mesa quedaría organizada de la siguiente forma (veáse fotografía):

file://[URL=http://img269.imageshack.us/i/mesacomposiciondereunio.png/][IMG]http://img269.imageshack.us/img269/5477/mesacomposiciondereunio.png[/IMG][/URL]

El menú del Desayuno Bruch estaría compuesto según lo previsto en las fotos que se adjuntan:

file://[URL=http://img202.imageshack.us/i/mesaauxiliarcatering.jpg/][IMG]http://img202.imageshack.us/img202/568/mesaauxiliarcatering.jpg[/IMG][/URL]

Y siguieron llegando y poco a poco fueron ocupando sus asientos. Venían con una conversación la mar de animada para ser las primeras horas de la mañana.

- Tengo curiosidad por saber de qué se trata la reunión, pues he visto a Blanca con una caja llenita de walkies hasta los topes.- dijo Dunai especialista en masajes orientales y tratamientos con barros, y con un carácter tipo terremoto.- ¡se intuye la mar de divertida! Apuesto a que Sandra nos tiene preparadas algunas sorpresas...

- ¿Cómooo? ¿qué me estás contando, una caja entera de walkies?.- preguntó Aurora, Jefa del departamento de masajistas.- ¡ja, ja, ja, ja! ¿para qué querrá tanto walkie? Aunque creo que vamos a tener que controlar a cuatro que yo me se...

- ¡jajajajajajajaj!.- rieron a carcajadas Miss, Pattry y Akisa.- ¡Seguro que es eso...! ¡Atención, atención, Zipi y Zape haciendo de las suyas, acudan a recepción que esas dos se rebotan...! .- añadió Miss, modulando la voz como si fuera la voz en off de información en un supermercado gritando ofertas.

- No me extrañaría en absoluto, que por ahí fueran los tiros ¡a mi me llevan por la calle Amargura esos cuatro, me pego unas carreras por el hotel, y qué casualidad que siempre la están liando los mismos.- dijo Majemar que llegaba acompañada de su grupo de camareras de piso.

- ¡Pffffffff! ¡Tiene toda la pinta..., si que si! .- afirmó Luisi, la camarera de piso de la planta VIP, por cierto, que hoy estaba Chuse perdida por los pasillos de mi planta, porque se le había olvidado el número de habitación del cliente, al cuál debía entregarle una documentación que había llegado y la muy loca, se ha metido en la que no era, y ha tenido que salir por patas, jajajajajja. Por lo visto, ha pillado al cliente saliendo de su ducha ¡Es un despiste integral para encontrar habitaciones... ahora para localizar el despacho de Marketing es la más lista del mundo!